Increíblemente, en el mercado comenzó a instalarse un cierto nivel de ansiedad debido a la “escasez de pesos”: el programa económico del gobierno comienza a acercarse a una etapa de definiciones. La preocupación que surge dado el panorama monetario actual es: ¿qué sucederá con las tasas? A medida que los pesos comiencen a escasear, existiría una presión alcista sobre las tasas reales en moneda local.
Quedaría abierta la posibilidad de continuar expandiendo la Base Monetaria mediante la compra de divisas, acompañando así la demanda de dinero en crecimiento y sosteniendo el mercado de pesos en equilibrio, o de continuar empujando la ya incipiente dolarización endógena, con la presentación de precios y la habilitación de pagos en dólares a partir de hoy.
Estimamos que la “escasez de pesos” percibida no representaría un problema frente a la creciente demanda de dinero, con el gobierno contando con distintas alternativas para continuar acompañando la remonetización de la economía. De todas formas, quedamos a la espera del acuerdo con el FMI, el cual ya estaría cerrado y llegaría con definiciones del futuro monetario y cambiario.
Esta semana el Tesoro llevó a cabo la última licitación del mes en la que vencían $2,7 BB. En esta ocasión rolleo 165% de los vencimientos y acumulo pesos en su cuenta del central. De esta forma pasará de tener $5 BB a $6,8 BB (máximos desde el 17 de diciembre). Durante toda la semana la curva de tasa ja siguió corrigiendo en el tramo de junio 2025 en adelante. Esto se explica por un lado por la situación de liquidez del sistema y por otro lado por los datos de alta frecuencia que siguen mostrando una inflación resiliente a la baja en febrero que se ubicaría entre 2,3% y 2,6% según relevamientos privados.
Los bonos HD siguen corrigiendo desde el pago de cupón, esta semana acumulan una corrección de 1,75% a pesar de que el contexto internacional fue favorable para los bonos emergentes que subieron 0,87% con la tasa del Tesoro americano a 10 años cayendo 12bps.
En medio de un contexto internacional que continúa tornándose desfavorable para la renta variable global, el equity argentino no escapa a la dinámica. No sólo son factores externos, en el plano local, vemos un mercado que espera ansioso nuevos «drivers» que cambien el humor de los inversores.
El 30% de la cartera distribuido entre reguladas (20%), materiales (5%) y real estate (5%) han demostrado una mayor defensividad durante la corrección. Mientras que las compañías de Oil & Gas se han visto mayormente afectadas por menores precios internacionales del crudo. Con un sector bancario que continúa mostrando una mayor corrección dado el mayor beta con el que cuenta.