La discusión de la semana se ha centrado en el nivel del tipo de cambio, con el debate focalizándose especialmente en una columna del Presidente en La Nación como respuesta a la ansiedad que se ha generado recientemente. El Presidente defendió la política cambiaria actual y destacó algunos puntos de comparación con gestiones previas: no hay déficit fiscal, la deuda consolidada del Estado Nacional cayó, y las tasas de interés se encuentran a la baja.
Más allá de los argumentos oficiales a favor de la actual política cambiaria, no hay duda que se ha dado una apreciación importante del tipo de cambio desde la asunción del actual gobierno. Sin embargo, semejante apreciación no necesariamente implique que el actual tipo de cambio se encuentre “atrasado”, o que no sea competitivo.
Sobran argumentos para esperar un peso que se mantenga fuerte hacia adelante, respaldado en las condiciones actuales de la economía y expectativas. De todas formas, no habrá que dejar de prestar especial atención a la dinámica de las reservas con la mirada puesta en la salida del cepo.
Luego de conocerse el buen dato de inflación que se ubicó por debajo de la proyección del REM, los títulos a tasa ja volvieron a traccionar operando con subas mayores al 1% en el tramo largo. El Mecon rolleó 79% de los vencimientos en la licitación por lo que el viernes inyectará $1,4 BB al sistema. Los stocks de Les y depósitos del Tesoro se redujeron considerablemente debido al aumento de la demanda de dinero (pasaron de estar arriba de $16 BB en sep-24 a $4,3 BB en la actualidad) convirtiendo al peso en un bien más escaso, lo que podría implicar una presión al alza sobre las tasas reales en un futuro.
Con respecto a los bonos HD vimos una fuerte corrección en la parte corta de la curva que hizo que esta volviera a empinarse. En lo que va del mes, las paridades de los bonos retrocedieron 2,5% frente a los bonos emergentes, que volvieron a niveles de principios de año. A pesar de que muchos advierten sobre el atraso cambiario, el Central continúa comprando reservas en el MULC, aun cuando la liquidación del agro no mostró una aceleración luego de la baja de retenciones.
En consonancia con la deuda soberana en dólares y el equity global, las acciones argentinas continuaron la corrección durante la semana. No obstante, ello no cambia la visión constructiva para el equity argentino de cara al 2025, puesto que consideramos que los fundamentos de fondo no han sufrido modificaciones que nos lleven a recalcular nuestras estimaciones.
A la espera de los resultados de la mayoría de compañías argentinas, mantenemos nuestra cartera y estrategia sin modificaciones: 35% en Oil & Gas, 35% en bancos, 20% en reguladas y 5% en Real Estate y en Materiales.