Argentina Weekly

Esperando el día “10D”: El desembarco

24 de noviembre de 2023

Quedan 17 días para el 10 de diciembre, día en que la nueva administración electa deberá desembarcar y tomar control del poder ejecutivo. Para una sociedad que espera ansiosa el recambio es una eternidad, para el gobierno entrante son segundos: la tarea de definir ministros, funcionarios, y todos los cargos que son necesarios para el recambio es enorme. Las negociaciones complejas y la danza de nombres interminable. 

 

En el plano económico, el que con más atención mira el mercado, hay algunas definiciones: se nota un intenso trabajo por intentar “desactivar la bomba” y evitar una hiperinflación -el incremento inflacionario en el corto plazo se descarta pues resulta imposible una recomposición de los precios relativos sin ella. Para la desactivación de la bomba es imperativo avanzar rápidamente con una solución al problema de los pasivos remunerados (leliqs) -una fuente de emisión endógena- y un rápido ajuste fiscal para luego abordar la cuestión de la deuda del Tesoro Nacional en pesos. El presidente electo manifiesta una clara lectura de dicha urgencia planteando dichos temas como prioridad: leliqs y un ajuste fiscal de 15 puntos del PIB para 2024. 

 

Resulta importante destacar las declaraciones de Milei en lo referente a las deudas de Argentina: todo compromiso de deuda se va a honrar. Algo que ha impactado de lleno en la cotización de los bonos soberanos (en enero deberán pagarse cerca de UDS 1.800 MM en concepto de intereses) que se incrementaron un 20% de los valores del viernes pre-bajotaje. La deuda en pesos presenta un panorama más complejo pues la dinámica obedece a factores que aún quedan pendientes de resolver -el plan de estabilización. 

 

En el weekly anterior analizamos cuatro escenarios para el S&P Merval: en nuestra opinión la suba que experimentó el equity argentino tras el resultado se explica por una euforia inicial dado el amplio margen obtenido por Milei. Esos más de 11 puntos porcentuales de diferencia le otorgan un buen puntapié inicial (por lo que implica en términos de representación popular) para lograr la “gobernabilidad”, factor que consideramos clave para el éxito de su gestión.